MI nueva casa

Cuando en septiembre me comentaron que querían que me quedara trabajando en Meliá Caribe Tropical, dejé claro cuál era mi único requisito: alojamiento fuera del hotel.
Ya publiqué algunas fotos del alojamiento que teníamos entonces, cuando aún éramos "pasantes", y no era muy acogedor. No podía plantearme vivir durante más de tres meses en esa habitación minúscula, con tres personas más, y sin ningún espacio donde hacer vida -más allá de trabajar.

Con suerte, a María le concedieron también alojamiento en el exterior, y decidieron que lo mejor era ponernos juntas: volvemos a ser compañeras de habitación. Pero ahora estamos las dos solas y la habitación es el doble de grande que la anterior.


 

Como podéis ver, la habitación está bastante bien para lo que nos esperábamos. Tenemos espacio, aire acondicionado y ventilador (que aún no hemos encendido), un armario amplio y con espejos enormes, una cómoda muy útil y cajones debajo de la cama!
También hay un cuarto de baño sólo para nosotras dos!! ...bueno, y para los platos y eso que vamos lavando...




Nuestro patio.
Compartido con los vecinos, pero muy agradable  =)

El salón y la cocina es a compartir con otras dos trabajadoras del hotel, que duermen en la otra habitación del apartamento. En este caso son una madre y su hija (no muy mayores), y de vez en cuando algún hijo de ésta última...
No coincidimos mucho con ellas, pues las cuatro echamos el día trabajando y normalmente ninguna viene ni a comer. Así que, al menos por ahora, la convivencia está siendo fácil.
El único problema es que no vemos muy limpias las "zonas comunes" (ni a ellas xD), por lo que evitamos el sofá, la encimera de la cocina, o incluso la mesa del salón al comer. Por eso hemos tomado algunas medidas:
- Hemos comprado nuestro propio menaje: sartén, un par de cazos, cubiertos, platos de plástico... y un par de manteles individuales de plástico, para rozar esa mesa lo menos posible...
- Fregamos en nuestro cuarto de baño. Con nuestro propio estropajo y nuestro "fairy" (marca dominicana).
- Guardamos TODAS nuestras cosas en la habitación, incluida la comida (excepto la que necesita frío, claro).
- Utilizamos una única balda del frigorífico, marcando así claramente dónde está nuestra comida.

La despensa que hemos instalado en la habitación...

Eso que llamamos despensa, y que es una porquería de plástico con tres cestas que en cualquier chino no llegaría a 5€, nos ha costado aquí 600 pesos dominicanos. O lo que es lo mismo: 12€ de los nuestros. Un robo!!
Y esa garrafa de la derecha es lo que llaman aqui "el botellón". Como no se puede beber agua de grifo (aunque algunos aseguran que es puro negocio), hay que comprar una de esas, y cuando se acaba se llama al delivery del colmado más cercano; ellos te traen uno nuevo y te lo cambian por el vacío por un módico precio. El nuevo cuesta unos 7€, y cambiarlo 1€ y poco, según el colmado al que llames.


El frigo
(la nuestra es la segunda!)


Y aquí os dejo una muestra de la originalidad dominicana.
Ya lo dijo uno: donde comienza la lógica, termina la República Dominicana...

Made in Mi compi de piso

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